Es indudable que Quentin Tarantino es uno de los mayores entusiastas sobre la experiencia de ver una película. El realizador de Kill Bill no solo es uno de los nombres más importantes en la historia del cine de todos los tiempos, sino que también defiende y promueve el consumo de largometrajes. Y en un momento en el que las series de televisión parecen haberse convertido en el entretenimiento popular favorito del público, Tarantino lanzó una afilada reflexión.